Oración de la Sangre de Cristo

La Oración de la Sangre de Cristo es un acto de piedad popular que consiste en dar culto a la sangre que derramo Jesucristo durante su dolorosa pasión. Es una oración fundamentada en la Adoración al Cuerpo y la Sangre de Cristo y sus llagas.

Es una práctica de origen católico y fue exaltada por el papa Juan XXIII. “Inde a Primis” “es la carta apostólica que exhorta a comprender la importancia de rendir culto a la Preciosa Sangre de Cristo.

El mes de julio sirve para conmemorar esta importante fiesta cristiana que honra el sacrificio redentor pagado con la sangre del cordero pascual que es Jesus, el Cristo.

¿Por qué rendir culto a la Sangre y hacer oración de la Sangre de Cristo?

Rendir culto a la sangre de Cristo es un gesto de respeto a la oblación del hijo de Dios encarnado.  Se encuentra enmarcado en la doctrina de la iglesia católica. Adorar la sangre por sí misma no es un acto de piedad popular, sino que puede confundir a la superstición.

El culto a la oración de la sangre de Cristo, se afirma y proviene que Jesús mismo exclamó “mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida”. Esto instituyo el sacramento eucarístico y diversas celebraciones como Corpus Christi o Cristo Rey.

Desde el antiguo testamento se presentaban sacrificios cruentos para limpiar los pecados, y así continúo hasta la llegada del mesías prometido al pueblo judío. Y una nueva alianza cobro lugar con el derramamiento de la sangre del Hijo de Dios encarnado para el perdón de los pecados.

Por ello, esta sangre que se derramo libremente para el perdón de los pecados es honrada e invocada, incluso por personas que no comparten la doctrina católica. La sangre para cualquier persona es vehículo de vida, por eso la sangre sin cuerpo está muerta y el cuerpo sin sangre no tiene vida.

Es por ello que quienes dedican actos de piedad a través de esta adoración deben saber que no se trata de un elemento mágico- religioso, místico o supersticioso. Es la veneración a la sangre de aquel que siendo inocente pago precio de cruz para el perdón de todos, sin excluir a nadie.

La Sangre de Cristo para sellar

La sangre desde el antiguo testamento fue un símbolo de protección. Basta recordar el episodio en el cual el pueblo judío que estaba esclavo en Egipto, tuvo que sellar el dintel de sus puertas con sangre de cordero para que el ángel de la muerte siguiera de largo.

En esta misma forma las personas creyentes de esta devoción acostumbran sellar con la sangre de Cristo para que sus caminos sean protegidos. Las oraciones de sellamiento se usan para imprimir el gesto indeleble de Dios protector, dando fe además que es auténtico.

La sangre del cordero es la que sella la alianza, nueva y eterna y es el derramamiento libre de la sangre de Cristo que acude a este pacto por todos los hombres. En este sentido, su sangre es el sello indeleble que purifica, así como el sello del sacramento bautismal.

Podemos ver como diversas oraciones o cultos de piedad sellan, cubren, bañan y purifican en nombre de la Sangre de Cristo a personas, situaciones, lugares o incluso enemigos o conflictos. Sin embargo, es de recalcar que esta devoción no posee un carácter esotérico o de superstición.

La oración de la Sangre de Cristo que congrega la recitación de los católicos está conformada por nueve hermosas estrofas. Cada una de ellas está orientada primero a honrar el sacrificio inmerecido de la humanidad del derramamiento de esta divina sangre.

Cada estrofa es una súplica elevada a Dios Padre y al mismo Jesus se pide su auxilio protector contra toda fuerza maligna que opere en este mundo y que pueda dañarnos. En este sentido conseguiremos que se mencionen con cuidado personas, lugares y objetos preciados.

Siendo la oración de la Sangre divina una oración de sellamiento cada suplica pide la Gracia de no ser objeto de maledicencias o visible a los ojos del maligno. Este sellamiento se utiliza para neutralizar a las personas que quieran prestarse para ser instrumentos del mal.

De la misma manera se usan con gran fervor para poner a resguardo del maligno a personas y asimismo cosas u objetos materiales. Pues toda cosa tangible o intangible puede ser atacada por las fuerzas del mal que quieren prevalecer en el mundo.

Muchas personas sienten asechanzas del demonio y las ven reflejadas en sus hogares y trabajos, entre otros, y consiguen en la Oración a la Sangre de Cristo la protección necesaria. Por lo general se suele mencionar cada persona de manera particular y por nombre, esto evocando que así conoce Dios a sus hijos desde el mismo momento del bautismo.

Sellos contra el maligno enemigo

Otra de las suplicas que eleva esta oración es la protección contra las  adversidades sobrevenidas por los arrebatos de la naturaleza. Esto cuando las fuerzas del maligno atacan y nos hacen presa de eventos catastróficos, y por ello se imprime este sello también.

Otro aspecto es sellar a las personas con quienes nos hemos de relacionar, o los lugares donde estaremos para conseguir todo en paz y bienestar. Se encomienda a las personas que conducen las naciones  para un buen trabajo.

Y por supuesto se eleva una acción de gracias por los dones de tan precioso sacrificio, que permite el bien del pueblo de Dios y su crecimiento espiritual.

Esta oración de la Sangre de Cristo tiene licencia eclesial. Hay otras versiones que son adaptaciones o inspiradas a personas devotas de esta práctica. De la misma forma se consiguen otras interpretaciones que son utilizadas según las necesidades de las personas.

En este sentido puedes conseguir oraciones de la Sangre de Cristo para: la mañana, para sello y protección, a la Sangre y llagas de Cristo y para pedir protección contra el mal. Habrás escuchado alguna vez que la “Sangre de Cristo tiene poder” en efecto lo tiene, pero no es un talismán.